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NAMM 2016: Calentando motores

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Todavía no ha comenzado la edición de este año del NAMM Show y ya está la cosa que arde. El caso es que algunos fabricantes ya han comenzado a mostrar novedades. ¡Y qué novedades!

KORG está entre estos fabricantes que no han podido esperar y lo ha hecho con el sintetizador Minilogue. Uno de los retos en lo que se refiere a sintes analógicos es el salto a la polifonía. Lo supuso en su momento a mediados/finales de los 70 y lo sigue siendo hoy en día, en pleno 2016. No es que no sea fácil: es que es caro. No hay más que ver las alternativas que hay hoy en día de Dave Smith u otros fabricantes. No sólo tienes que multiplicar el número de osciladores, filtros y envolventes por tantas voces como quieras dotar a la máquina sino que, además, tiene que ser estable. Los propietarios de Memory Moogs o Yamaha CS80 saben a lo que nos estamos refiriendo. KORG a principios de los 80 llegó a un término intermedio en máquinas como el MonoPoly o el PolySix, que no son del todo polifónicos, ya que aunque puedan disponer de varios osciladores para realizar acordes, sólo se disponía de un filtro y un VCA en total. Resumiendo: Eran sintetizadores parafónicos, término que se ha puesto de moda en los últimos años gracias a máquinas como el Pulse 2 de Waldorf.

En ese sentido KORG ha conseguido dar en el clavo: Minilogue es un sinte analógico con una polifonía total de 4 notas con un precio más que razonable, impensable hace unos pocos meses. Tampoco parece que KORG haya escatimado en otros aspectos a la hora de diseñar su nuevo sinte. Podríamos esperar un chasis de plástico para abaratar costes, pero no. Minilogue está construido en aluminio y, por si no fuera suficiente, los potenciómetros están anclados al chasis en vez de estarlo a la placa base como suele ocurrir en diseños más baratos. Si hasta dispone de una sensacional pantalla OLED donde podemos visualizar hasta un práctico osciloscopio, un añadido muy bien recibido sobretodo si estamos iniciándonos en el mundo de la síntesis.

Hasta aquí muy bien pero… ¿cómo suena la criatura? Nada de lo que hemos contado hasta ahora tendría sentido si el sonido no estuviera a la altura y, por lo que hemos podido escuchar, lo está. Así como en máquinas anteriores de la marca nipona teníamos una idea sobre el tipo de filtro que incorporaba (del miniKORG 700s en el caso de la serie Volca, del MS20 en el caso de la Monotribe) en el caso del Minilogue lo único que sabemos es que es… analógico. Aunque eso sí, podemos configurarlo en modos de 2 y 4 polos.

Aunque el diseño del sinte es un tanto conservador a primera vista (2 VCOs, 1 filtro y un VCA con su correspondiente envolvente y un LFO) incluye algunas perlas como por ejemplo el control wave shape para moldear las formas de ondas básicas (diente de sierra, cuadrada, etc…) o opciones de modulación cruzada y sincronía que nos recuerdan una vez más al legendario Monopoly por no hablar del modulador en anillo que esperemos que suene tan musical como el del MS20. Además de los modos polifónicos, monofónicos y unión, también disponemos del modo chord, sin duda otro guiño al pasado.

Siguiendo con KORG pero olvidándonos de las “máquinas que suenan”, merece la pena pegar un vistazo a los nuevos controladores Nano Studio: nanoKONTROL Studio y nanoKEY Studio. Además de ofrecer una mayor robustez en comparación con su actual gama de nanocontroladores. Mientras nanoKONTROL Studio está más enfocado a llevar a cabo tareas más relacionadas con la producción y mezcla, nanoKEY Studio, más dirigido a músicos que quieran tocar y controlar instrumentos y baterías. Pero lo realmente innovador de estos nuevos controladores es su conectividad Bluetooth, con lo cual pueden conectarse sin cables directamente a un iPad para tomar el control de Apps como Gadget de la propia KORG. Será 2016 el año en el que veamos más controladores usando Bluetooth o similar. Esperemos que así sea.

Otros que han mostrado sus cartas son Waldorf. Si ya en el 2015 lanzaron el oscilador wavetable NW1, su primer producto compatible con el popular formato EuroRack para sintes modulares, ahora echan toda la carne en el asador con tres lanzamientos para añadir más variedad y posibilidades al siempre mutante mundo de los sistemas modulares.

El primero de los nuevos módulos es mod1 y nos va a ofrecer fuentes de modulación como LFOs o envolventes que podremos encaminar a donde queramos. Al igual que en otros productos de la marca alemana, el generador de envolvente dispone de modo loop.

dcva1 es un módulo VCA dual que, entre muchas otras características, destaca por el control “Colour” para añadir más… ejem… color a la señal o lo modos de enlazado entre los dos VCAs para crear movimientos en el panorama modulados por CV.

Y para finalizar tenemos cmp1, un módulo compresor analógico con un sonido high-end según el fabricante y que incorpora todas las ventajas del control por voltaje como por ejemplo poder controlar el Threshold desde una envolvente, o cambiar entre los modos RMS y Peak desde un LFO.

Falta por ver cuándo estarán disponibles, pero sólo les ha faltado sacar un filtro para poder montar un sinte modular exclusivamente con módulos de Waldorf.  Desde luego por ahí irán los tiros si miramos su nuevo producto KB37, una suerte de case para módulos Eurorack (hata 100 HP) con teclado de 37 notas integrado.

A falta de dos días para que empiece NAMM Show la cosa está que arde. Esperemos a ver como contraatacan marcas como Arturia o Roland. ¿Tal vez con un PoliBrute? ¿Nuevos Boutique? Lo que está claro es que desde el blog de Cutoff te lo iremos contando todo. TODO.

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