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Como bien sabrás hay un cierto revival de sintetizadores analógicos. Incluso podemos ver ediciones limitadas como el nuevo MiniBrute SE ¿Cómo puede ser que, en plena era la creación y producción musical basada en ordenador, con herramientas tan potentes como la suite Komplete de Native Instruments o incluso los instrumentos virtuales que incluyen de serie DAWs como Ableton Live o Logic la gente siga estando interesada en utilizar sintetizadores analógicos? Ciertamente no creemos que haya una única respuesta sino más bien una suma de factores.
Por un lado estaría el factor emocional. Llevamos mucho tiempo sentados delante de pantallas, navegando por menús y haciendo demasiados clics con el ratón. De acuerdo, hay mucha oferta en el terreno de controladores MIDI, cada vez más potentes y flexibles. Incluso equipos como Push o Maschine, muy enfocados a la creación musical, ofrecen un nivel de integración con el software que prácticamente nos permite olvidarnos de usar el ratón. Pero incluso con todas estas opciones, cuando tocamos los potenciómetros de un sinte analógico podemos sentir que es algo especial y único. De acuerdo, las emulaciones tanto VST como para iPad de un MS20, por poner un ejemplo, suenan de lo más convincente, pero al juguetear con una unidad hardware de la época o con un MS20 mini de última generación casi podemos notar como ruge bajo nuestros dedos.
Por otro lado estaría el sonido. No encontrarás dos sintetizadores con el mismo sonido, con el mismo carácter. Los dos principales problemas de cualquier coleccionista de sintes serían el dinero y el espacio. Dinero para poder hacerse con todos los equipos posibles y espacio para poder meterlos. Por qué? Porque cada uno tiene un conjunto de características que lo hacen diferente. Desde la respuesta de las envolventes al diseño del filtro (o filtros), el tipo de osciladores, etc… Es más, incluso con las potentes CPUs de hoy en día es muy difícil llegar a conseguir la respuesta que puede ofrecer el diseño de un buen filtro analógico. Son muchos los componentes involucrados en, por ejemplo, el diseño de un filtro ladder como el que llevan los sintes Moog. Si te apetece profundizar en este aspecto, te recomendamos que leas este artículo en Hispasonic.
Tampoco conviene olvidar el precio. Por poco más de lo que cuesta un plug-in podemos comenzar a disfrutar de un señor sinte. Por lo general los precios de los sintes no es mucho más caro de lo que puede constarnos un controlador USB para nuestro DAW.
Para completar este breve repaso tendríamos que destacar el tamaño y peso de los nuevos sintetizadores analógicos. Desde máquinas tremendamente compactas como Minitaur o la serie Volca de Korg a modelos más completos como el Bass Station de Novation, los nuevos sintes poco tienen que ver con bestias aparatosas y pesadas como el Mono/Poly o el Pro One de décadas pasadas. Son fáciles de transportar y tampoco vamos a dejarnos la espalda al ser bastante ligeras. Por si no tuviéramos suficiente, están equipadas con E/S MIDI y USB para una conexión e integración fácil y rápida a nuestros ordenadores. Lógicamente la tecnología ha evolucionado y, aunque sigan siendo equipos analógicos, los componentes son más compactos y, sobretodo, más estables. Quitando los 5 minutos de calentamiento de rigor ya no tendrás que preocuparte por que tu equipo se desafine. Sí: ahora puedes llevarte tus sintes al directo.
Dentro de todo este renacer de nuevos sintetizadores analógicos hay una empresa que destaca por encima del resto: Arturia. Resulta incluso paradójico que una empresa que lleva años haciendo las emulaciones virtuales más precisas de sintetizadores clásicos como el Minimoog, el Yamaha CS-80 o el Prophet V (todos incluidos en V-Collection) se haya volcado en el diseño de sintetizadores analógicos ¿No? Pues así ha sido y encima diseñando una nueva línea de sintetizadores con una serie de características innovadoras. Estamos hablando de la serie Brute, que consta en la actualidad de MiniBrute, MicroBrute y el nuevo y exclusivo MiniBrute SE.
Por un lado está el diseño del oscilador, que recuerda vagamente al de los antiguos Juno o el legendario SH-101 de Roland: Un único oscilador con un mezclador donde podemos controlar el volumen de las distintas formas de onda (cuadrada, diente de sierra, sub oscilador…). Pero su oscilador va más allá. Por ejemplo dispone de un control ultrasaw con modulación. El efecto conseguido sería similar al de tener varios osciladores con diente de sierra ligeramente desafinados para obtener más cuerpo. También incluye el exclusivo control Metalizer para la forma de onda triangular, capaz de generar muchos armónicos, obteniendo sonidos similares a los que se consiguen con la síntesis FM.
Tras el oscilador otro de los componentes clave en el sonido de los MiniBrute y MicroBrute es el filtro. Arturia se vuelve a marcar otro tanto al incluir un diseño del filtro Steiner-Parker. Un diseño apenas utilizado en un par de modelos de sintes de los 70 que el fabricante francés a tenido el acierto de recuperar. ¡Y cómo suena! Por si las características sonoras del filtro no fueran suficientes (filtro multimodo de dos polos, auto oscilación en la resonancia, etc…) incorpora otra innovación de Arturia: Brute Factor. Desde este único potenciómetro se consigue recrear una de las técnicas utilizadas en los 70 y 80 que consistía en conectar una salida del sinte (auriculares, auxiliar) a su entrada para realimentarlo. ¿El resultado? ¡Suciedad, distorsión y armónicos extra sin límites! Si quieres profundizar más sobre el filtro Steiner-Parker te recomendamos que leas este artículo publicado en Future Music. Además de las conexiones MIDI y USB disponen de entradas y salidas CV con lo cual resultan ideales como punto de unión entre nuestro estudio y, por ejemplo, los sintes modulares que tanta fama están teniendo últimamente.
Llegados a este punto ¿qué nos ofrece MiniBrute SE respecto a sus hermanos MiniBrute y MicroBrute? De entrada, como buena edición limitada que es, el chasis es metálico con paneles laterales en madera y tiene un look elegante. Pero como el asunto no acaba en detalles estéticos, también incorpora algunos cambios tecnológicos. El arpegiador de MiniBrute ha sido sustituido por el secuenciador por pasos que se introdujo en MicroBrute. Podemos crear y almacenar hasta ocho secuencias (se pueden volcar y recuperar por USB para construir una librería de secuencias). Una vez tengamos nuestra secuencia todavía podemos divertirnos más añadiéndole swing, cambiando el sentido de la reproducción de la secuencia (hacia la derecha, hacia la izquierda, aleatorio…) o la longitud de nota.
Sólo se han producido 2000 unidades de MiniBrute SE para todo el mundo y llegan pocas unidades a España. Si buscas un sintetizador especial no lo dudes y reserva ya tu unidad.
