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Es un hecho que las cajas de ritmo están viviendo una nueva edad de oro. No lo decimos sólo por el buen momento que gozan nuestras admiradas Elektron o las recreaciones de la míticas TR-808 y TR-909 que Roland ha hecho con su serie Aira. Maschine, por ejemplo, recupera el espíritu de las veneradas MPC de AKAI y lo lleva más allá creando una solución híbrida soft+hard capaz de ofrecer el feeling de los samplers con secuenciador junto a todas las posibilidades que supone trabajar con ordenadores. Incluso Push supone una excelente herramienta para programar beats en los drum-racks de Live. Una cosa está clara: No queremos volver a programar ritmos a golpe de ratón.
Dentro todas las nuevas herramientas que tenemos a día de hoy para programar ritmos hay una que sorprende gratamente: Spark LE. Al igual que otros sistemas disponibles supone una solución combinada. Por un lado está el controlador Spark LE que se encarga de conectar con el software Spark que podremos ejecutar tanto en modo autónomo como integrado dentro de nuestra DAW favorita.
Empecemos hablando un poco del controlador. Lo primero que nos llama la atención (al margen de la funda de neopreno donde viene guardado) es su tamaño. Resulta extremadamente compacto y robusto, trasladando una sensación de seguridad. No se trata de la típica caja de plástico. Los encoders, botones y pads (estos últimos sensibles a la velocidad y aftertouch como no podría ser de otra manera) ofrecen un tacto agradable y un funcionamiento preciso.
Nos habría encantado poder disfrutar de un encoder dedicado para poder controlar la cantidad de swing o un botón específico para poder entrar en la edición de los acentos de cada parte, funciones que por otro lado están accesibles desde el propio software, pero no se puede tener todo.
En cualquier caso la disposición de los distintos controles es clara y elegante. Junto a los habituales botones y pads para tocar, programar, editar ritmos hay una serie de herramientas incorporadas pensadas para la interpretación y manipulación en directo. En el centro del controlador hay un trackpad XY que, en función del modo que activemos (hay 6 modos distintos accesibles desde sus respectivos botones a la izquierda) nos van a permitir filtrar tanto el ritmo entero como sonidos específicos, controlar niveles y panorama, envíos a efectos, trocear nuestros ritmos y crear redobles de un modo muy rápido y dinámico.
También podemos manipular nuestros patrones de ritmo con el looper integrado, pudiendo elegir la porción del patrón que se desea manipular. En combinación con el pad XY las posibilidades creativas en directo son infinitas.
Hasta aquí hemos hecho un breve repaso a lo que nos encontramos al usar Spark LE. Ahora es el turno de hablar del software, donde justamente se concentran las novedades más interesantes.
A principios de Mayo Arturia lanzó Spark 2.0, la actualización más importante que ha lanzado hasta la fecha de su caja de ritmos virtual. Además, está actualización es totalmente gratuita tanto para usuarios existentes como para nuevos.
Lo primero que nos llama la atención es su nueva interfaz gráfica. En Arturia le han pegado un buen lavado de cara con un nuevo y elegante diseño. No es que en anteriores versiones estuviera mal pero ahora todas las funciones están mucho más claras y su manejo resulta todavía más intuitivo. Ahora disponemos de varias pestañas que nos permitirán movernos por las distintas áreas de trabajo (principal, secuenciador, canción, estudio, etc…) con tan solo un clic. El rediseño de las zonas de estudio y mezclador son sencillamente brillantes. Pero si hay algo que nos llama poderosamente la atención es la pestaña modular.
Para ponernos un poco en contexto, Arturia lleva años siendo líder indiscutible en la recreación de sintetizadores legendarios como los Prophet de SCI o el ARP 2600. El éxito a la hora de crear estás imitaciones tan precisas es el motor de síntesis TAE desarrollado por la compañía. Spark no iba a ser menos y también se basa en TAE para generar los distintos sonidos de percusión. Además de poder reproducir muestras tienen dos motores de síntesis para poder crear una variedad infinita de sonidos. Dispone de un motor de modelado acústico que nos va a permitir crear sonidos acústicos muy realistas y también incorpora un motor de modelado analógico desde el cual, al igual que ocurre con los Minimoogs y Oberheims de la compañía, nos servirá para recrear el comportamiento de los distintos sonidos de cajas de ritmo legendarias como la TR-808, la TR-909 o la KPR-77, por nombrar unas pocas. Hasta aquí ya eran cosas que teníamos en versiones anteriores de Spark. Lo verdaderamente revolucionario es la nueva pestaña Modular.
Disponible exclusivamente a los programadores de Arturia hasta hace bien poco, desde esa pestaña tendremos acceso a un universo de módulos y cables virtuales que nos va a permitir diseñar unos instrumentos de batería y percusión de corte analógico tan potentes y complejos como podamos imaginar. Los diferentes componentes que encontramos en la sección modular (osciladores, filtros multimodo y Karplus, envolventes, LFOs, mezcladores, moduladores en anillo y Bode, Spring mass y procesadores CV) está ajustados y optimizados para ofrecer la pegada que uno espera de un buen sonido de corte analógico. Podemos agrupar determinados grupos de controles a cualquiera de los 6 controles macros que hay por instrumento. De esos 6 macros hay tres que podemos mapear a cualquiera de los 3 encoders de Spark LE que hay disponibles por instrumento. ¿Qué significa esto? Imaginemos que en nuestro instrumento, pongamos un bombo, estamos utilizando dos envolventes y queremos tener un control sobre el decay. Podemos asignar a un macro los dos decay, cada uno con un rango de valor distinto a una macro y posteriormente asignarlo al encoder 2. Imagina, por ejemplo, abrir la emulación de la caja de una TR-808 y ver qué componentes se han utilizado para recrearla. ¿Y por qué limitarse? ¿Por qué no editar esa caja añadiendo, por ejemplo, un LFO que controle el decay del snap cíclicamente? Ahora todo esto es posible. Por supuesto que podemos utilizar la amplia librería de sonidos que el fabricante nos ofrece pero es demasiado tentador tener todo este arsenal de herramientas como para no utilizarlas. Incluso Arturia ha dispuesto una serie de instrumentos “básicos” (Kick Ini, Hat Ini) para ayudarnos a la hora de crear nuestros nuevos instrumentos sin partir desde cero.
Dentro de Spark hay muchas más novedades como la mejora en la integración de archivos REX o más opciones en el modo canción pero sin duda la pestaña Modular supone por sí sola toda una revolución y justifica está gran actualización.
Por si no tuviéramos suficiente, coincidiendo con el lanzamiento de la versión 2 de Spark y hasta el 30 de Junio Spark LE puede adquirirse por sólo 199 €. Difícil resistirse ¿no?
