Behringer

Behringer: Una marca para todos los públicos

Con más de 30 años de experiencia, Behringer es una empresa fiel a sus principios: Diseñar y fabricar instrumentos y equipos para la creación y producción musical con calidad profesional a precios asequibles para que el mayor número de personas pueda acceder a las últimas tecnologías. Tradicionalmente, Behringer estuvo muy centrada en equipos para estudio y para directo como monitores, mesas de mezcla, micrófonos, cajas de inyección o procesadores de efectos. ¿Quién no se ha tropezado con una D.I Box de Berhinger en cualquier escenario? También ha sido bastante fuerte en tecnología para home studio como teclados controladores o tarjetas de sonido. Pero donde Berhinger ha sorprendido recientemente es en un territorio totalmente nuevo para la compañía: Los sintetizadores.

Sintetizadores Behringer: El futuro es ahora

Cuando en 2016 Berhinger anunció Deepmind, su primer sintetizaror, pillo a todo el mundo por sorpresa. Con un precio de lo más competitivo y unas características comparables a las de sintetizadores más caros, sin duda fue uno de los lanzamientos más destacables de ese año. Pero la gran sorpresa vendría poco después. ¿Qué tal poder disfrutar del clásico sonido del sintetizador Minimoog por poco más de 300 €? Pues ni más ni menos era eso lo que ofrecía Model D. A partir de ahí, se desarrolló la locura. Behringer no ha dejado de clonar sintetizadores clásicos, disponibles por un precio totalmente prohibitivo en el mercado de segunda mano, ofreciéndolos a precios populares. ¿Poder hacer líneas debajo ácidas por unos 150 €? Pon una TD 3 en tu vida. Además, yendo más allá del clásico color plata de la TB-303, TD 3 está disponible en varios colores. ¿Y qué tal recrear el grueso sonido analógico y el groove de la legendaria TR 808? RD8 permite todo eso y mucho más, porque Behringer no se limita a clonar sintes y cajas de ritmo clásicas, sino que también incorpora funciones más avanzadas propias de los últimos avances tecnológicos. Behringer se atreve con cualquier clásico, desde el mítico MS-20 de KORG (rebautizado como K-2 por parte de Berhinger) al SH-101 de Roland (rebautizado como MS-1) o el Behringer Pro-1, que suena como un Pro One de Sequential. Además de emular sintes clásicos, también han desarrollado sintes propios como el semi-modular Neutron o Poly-D, una versión parafónica inspirada en el todopoderoso Minimoog. Behringer Crave, sin ir más lejos, es un buen ejemplo a la hora de hablar de combinar tradición con modernidad. Incluye el filtro del Prophet y, en un formato de sobremesa altamente portatil, nos ofrece un oscilador, el mencionado filtro, fuentes de modulación como envolventes, un potente secuenciador por pasos y una versatil sección de patch para alterar la ruta de la señal. Tanto los amantes de los sintetizadores vintage como los nuevos músicos que valoran los sonidos de los 70 y los 80, en Behringer tienen un aliado. Por fin pueden olvidarse de pagar los desorbitados precios del mercado de segunda mano para poder conseguir el sónido de máquinas legendarias que ayudaron a construir el pasado, presente y futuro de la música electrónica.