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Interfaces de Audio

Las interfaces de audio son uno de los elementos más importantes en cualquier estudio. No sólo porque nos van a permitir grabar voces, guitarras bajos, sintetizadores o cualquier otro instrumento. Incluso si nuestras producciones son 100% ITB, usar una interfaz de audio, tarjeta de sonido para los más veteranos de la era PCI, es imprescindible. Ya sea USB, PCI, Firewire o Thunderbolt, de 2, 4, 8, 16 o 32 canales, estás en el lugar adecuado para encontrar tu interfaz de audio ideal al mejor precio.

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  • Marca: Miditech

Miditech Audiolink III

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Precio 66,00 €

Audiolink III de Miditech es una interfaz de audio USB asequible con 2 entradas y 2 salidas con calidad de 16 bits y 48kHz

Interfaces de audio: Un básico en cualquier estudio

Uno de los componentes básicos en cualquier estudio son las interfaces de audio. Aunque la práctica totalidad de ordenadores que existen en el mercado integran una tarjeta de sonido, tanto por tipo de conexiones como por rendimiento no resultan la mejor opción si queremos trabajar con comodidad y, sobretodo, obtener resultados profesionales. Modelos de interfaces de audio hay casi tantos como necesidades específicas para cada tipo de uso.

¿Por qué necesito una interfaz de audio?

De entrada, en el territorio sistemas operativos Windows, encontraremos que las interfaces de audio ofrecen un controlador ASIO. Este controlador o driver nos permite obtener unos niveles de latencia realmente bajos, algo que resulta crítico si queremos grabar y producir profesionalmente. en el entorno Mac no es necesario disponer de driver ASIO porque ya a nivel de sistema operativo incorporar el motor de audio CoreAudio que ofrece un rendimiento comparable. Aunque lo más habitual a día de hoy son las interfaces de audio USB, podemos encontrar otros tipos de conexión como Firewire o Thunderbolt. Esto, por no comentar las tarjetas de audio que se pinchan en los slots PCI. En la medida que los portátiles han sido cada vez más potentes y se demandan más usos donde la portabilidad es un factor clave, conectores como USB, USB C o Thunderbolt son las opciones más comunes. Por el mismo motivo, conforme han ido apareciendo conexiones más rápidas, con mayor ancho de banda, las soluciones basadas en firewire han ido perdiendo relevancia.

USB o Thunderbolt: ¿Cuál elegir?

La gran mayoría de veces, para usos relativamente sencillos, las conexiones USB serán más que suficientes para poder grabar y reproducir varios canales a la ves sin problemas. Encontrarás un gran número de opciones de fabricantes como Focusrite, Audient o RME. Si optas por una interfaz de audio con DSP como las Apollo de Universal Audio o una solución con una gran cantidad de entradas y salidas como las Orion de Antelope Audio, en ese caso, debido al gran ancho de banda que es capaz de ofrecer, la conexión Thunderbolt es la mejor opción.

¿Cuántas entradas necesito?

A la hora de elegir tu nueva interfaz de audio es importante que tengas en cuenta cuantos canales de entrada y salida vas a utilizar. Si vas a grabar tu voz y alguna guitarra, por ejemplo, con disponer de un par de entradas sería suficiente. Si vas a grabar instrumentos más complejos como una batería, disponer de al menos 8 entradas de micrófono es algo fundamental. Si vas a conectar varios sintes, pues algo con 8 entradas o más de línea es algo que vas a necesitar. Es recomendable que, aunque a día de hoy creas que vas a tener suficientes entradas o salidas, adquirir algo con más canales de cara al futuro. En este caso, no está de más que valores adquirir una interfaz de audio con entradas o salidas ADAT para poderla ampliar mediate esas conexiones digitales con conversores AD o DA como los de Audient o de la propia Focusrite

Interfaces de Audio - Preguntas y respuestas frecuentes

Una interfaz de audio es un dispositivo con el que vamos a poder grabar y reproducir sonido en nuestro ordenador. Sin duda es uno de los componentes clave en cualquier estudio. En función de las necesidades que tengamos de canales de grabación o reproducción optaremos por unas opciones u otras de interfaces de audio.

Antes de que la tecnología USB se popularizara, lo habitual era que las interfaces de audio fueran en formato PCI. Es decir, se pinchaban dentro del ordenador. A este tipo de interfaces de audio se las llamaba tarjetas de sonido. Conforme tecnologías como USB o Firewire ganaron en robustez y fiabilidad para trabajar con audio, comenzaron a aparecer interfaces de audio externas. Esto, además, fue clave para impulsar los ordenadores portátiles o laptops como herramienta válida y profesional para grabar, componer o actuar en vivo.

Por lo general, encontraremos algunos elementos comunes en todas las interfaces de audio como pueden ser las entradas de audio, las salidas de audio y el puerto de conexión al ordenador, que puede ser USB o Thunderbolt. En su momento el protocolo Firewire gozó de cierta popularidad pero a día de hoy ha dejado de ser relevante con la llegada de puertos de comunicación más potentes. 

En lo referido a entradas, lo habitual es que encontremos conexiones jack, que pueden ser para conectar instrumentos como guitarras o bajos o bien sintetizadores. También podemos encontrar conectores XLR para conectar micrófonos. Recientemente es bastante habitual encontrar conectores combo que permiten conectar tanto cables jack como XLR. Respecto a las salidas, lo más frecuente es que dispongan de salidas jack balanceadas. Otro tipo de salidas que encontraremos con bastante frecuencia son las de auriculares.En modelos más avanzados también encontraremos entras y salidas digitales en formato S/PDIF o ADAT.

Depende de cada modelo, pero muchas interfaces de audio tienen diversos controles para realizar distintas funciones, como controlar la ganancia de entrada o regular el volumen de salida tanto hacia los altavoces como hacia los auriculares.

Por lo general, encontraremos algunos elementos comunes en todas las interfaces de audio como pueden ser las entradas de audio, las salidas de audio y el puerto de conexión al ordenador, que puede ser USB o Thunderbolt. En su momento el protocolo Firewire gozó de cierta popularidad pero a día de hoy ha dejado de ser relevante con la llegada de puertos de comunicación más potentes. 

En lo referido a entradas, lo habitual es que encontremos conexiones jack, que pueden ser para conectar instrumentos como guitarras o bajos o bien sintetizadores. También podemos encontrar conectores XLR para conectar micrófonos. Recientemente es bastante habitual encontrar conectores combo que permiten conectar tanto cables jack como XLR. Respecto a las salidas, lo más frecuente es que dispongan de salidas jack balanceadas. Otro tipo de salidas que encontraremos con bastante frecuencia son las de auriculares.En modelos más avanzados también encontraremos entras y salidas digitales en formato S/PDIF o ADAT.

Depende de cada modelo, pero muchas interfaces de audio tienen diversos controles para realizar distintas funciones, como controlar la ganancia de entrada o regular el volumen de salida tanto hacia los altavoces como hacia los auriculares.

Como todo, hay mucho que debatir aquí y hoy en día la verdad es que la calidad tanto en grabación como en reproducción, incluso en los modelos más modestos, es excelente. Dicho esto, hay algunas especificaciones que podemos mirar para saber si estamos ante una interfaz de audio buena, excelente o high end. Si queremos saber si el previo de micro de una interfaz de audio es bueno, una buena idea pasa por ver cuántos DBs de ganancia ofrece. A más DBs, más probable que el tipo de construcción de la sección del previo sea más profesional y ofrezca un mayor rendimiento. En cuanto a la calidad de sonido, un buen indicador es el rango dinámico. Esto es la diferencia entre el sonido más flojo y el más alto que es capaz de reproducir. Cualquier interfaz de audio que tenga un rango dinámico superior a 115 dB excederá las especificaciones mínimas para ser considerado un equipo con calidad broadcast. La resolución de bits y frecuencia de muestro son aspectos importantes también, aunque no tanto. La mayoría de modelos disponibles en el mercado ofrecen grabación a 24 bit, muy superior a la calidad de CD. Respecto a la frecuencia de muestreo, encontraremos modelos que soportan 44.1, 48, 88, 96 o 192 kHz, aunque esto no significa que un modelo que soporte 192 kHz tenga que sonar mejor que uno a 96 kHz.

Todo dependerá del tipo de canción que quieras grabar pero, en todos los casos, la interfaz de audio es uno de los elementos clave. Incluso si sólo vamos a utilizar instrumentos virtuales y no vayamos a grabar nada externo, sólo al usar una interfaz de audio dedicada, con drivers específicos que nos van a asegurar una gran calidad y latencia mínima obtendremos un entorno de trabajo óptimo. Si vamos a grabar voces o una guitarra, tengamos esto en cuenta de cara a elegir la interfaz de audio. Una buena pareja de monitores de estudio y unos auriculares también forman parte de los componentes básicos. Del mismo modo, algún tipo de teclado controlador MIDI será siempre bienvenido.

Los teléfonos móviles actuales o smartphones no disponen de conectores apropiados para la mayoría de usos en producción y creación musical. Pero sí que es posible conectar una interfaz de audio a nuestro smartphone. Si nuestra interfaz de audio USB es class compliant, es decir, que no requiere de drivers específicos para funcionar, lo más probable es que la podamos conectar a nuestro smartphone. Tenemos que tener en cuenta que la interfaz debe de alimentarse externamente porque seguramente nuestro dispositivo no será capaz de ofrecer la suficiente energía para que pueda recibir corriente. Si tenemos en cuenta esto, seguramente podremos disfrutar de un entorno de grabación y producción profesional en nuestro smartphone o tablet, especialmente si se trata de un iPhone o un iPad.

Normalmente todas las interfaces de audio tienen salidas de audio. Lo habitual es que sean jacks de línea, pero también podemos encontrar modelos con conexiones RCA o incluso XLR. Deberemos de adquirir el cable apropiado tanto para las salidas de nuestra interfaz como para las entradas de nuestros altavoces. Lo habitual es usar cables jack TRS balanceados, que son los que mejor rendimiento nos ofrecerán, pero algunos altavoces sólo disponen entradas XLR o entrada en RCA. En estos casos, podemos recurrir a cables específicos que disponen de distintos conectores en cada extremo.