5 trucos para preparar tus temas para masterizar

En este artículo vamos a asumir que no vamos a ser nosotros los que vayamos a masterizar nuestros temas y que vamos a delegar esta tarea en una persona especializada en llevar a cabo esta tarea. Masterizar es un arte, eso está claro, pero también una ciencia. Tan importante es la experiencia acumulada por un técnico de mastering como el equipo que utilice o el acondicionamiento de la sala. De hecho lo más correcto es justamente eso: Que unos oídos frescos y expertos sean los responsables de unificar todas nuestras pistas y dar ese toque final. Pero no por dejar nuestro trabajo en manos de otra persona significa que no tengamos que tener en cuenta ciertos aspectos. A continuación vamos a darte 5 consejos de cara a enviar tus temas a masterizar.

1. La mezcla es todo

Del mismo modo que una mala toma no se va a arreglar en la mezcla una mala mezcla no se va a arreglar en el mastering. Tenemos que poner especial empeño en que nuestras mezclas suenen lo mejor posible. Incluso aunque el técnico de mastering será quien haga que todo suene coherente no está de más que hagamos el ejercicio de escuchar las mezclas de los temas que vayamos a entregar para ver que tal funcionan.

2. Un canal master limpio

Más que un consejo debería de ser una norma: No utilizar plug-ins de compresión o EQ en nuestro canal master. Ya ni hablemos de maximizadores tipo L3 de Waves o similar. Si los has utilizado y tu tema ya no suena como esperabas, efectivamente, toca retocar la mezcla hasta que vuelva a sonar como esperabas. Puede ser desmoralizante pero el resultado final merece la pena.

3. Deja espacio

Es mejor que tus temas no comiencen de golpe. Mira de insertar un compás o un par de segundos antes de que empiece la canción. Esto permitirá que los procesadores que se usen en el mastering puedan trabajar como es debido los primeros transitorios del principio de cada tema. Asegúrate igualmente que no hay ningún final cortado. Que una mala selección de lo que vas a exportar no corte una cola de reverb, por ejemplo.

4. El formato

Si es posible mira de contactar con el técnico de mastering para que te indique en qué formato prefiere recibir los temas. De todos modos, siempre deberíamos de entregar nuestro trabajo a la mayor resolución que hayamos trabajado. A día de hoy prácticamente todo el mundo trabaja a 24 Bit con lo cual sería recomendable entregar nuestros temas a esa resolución de bits. Respecto a la frecuencia de muestreo lo recomendable sería no tener que cambiarla a no ser que el técnico nos lo pida expresamente. Si hemos trabajado a 44.1 kHz no tiene mucho sentido que entreguemos el material a 96 kHz. Igualmente no deberíamos de incluir procesos de dithering o similar. De eso ya se encargará el técnico.

5. El nivel

Muchos estudios de mastering piden que los archivos se exporten a -5 dB (o a -3 dB o a -6 dB… depende del técnico). ¿Qué quiere decir esto? Tenemos que bajar el master a -5 dB? Absoluta y rotundamente no. Cuando nos piden que el material esté así significa que el pico más fuerte de nuestra mezcla no debería sobrepasar los -5dB. Esto dará “headroom” al técnico de mastering para aplicar todos los procesos de EQ y compresión necesarios sin tener que recortar la señal original. Un truco sencillo pasaría por subir el fader master 3 o 4 dB. Luego seleccionamos nuestras pistas (la mayoría de secuenciadores permiten la selección múltiple de pistas) y bajamos los faders de cada canal hasta que no pique. Una vez conseguido que no pique en rojo, bajamos el fader master a 0 dB y comprobamos si efectivamente estamos a -5 dB. A la hora de tocar volúmenes de varias pistas, tal y como contamos en este otro artículo, trabajar con grupos puede ser de gran utilidad, especialmente si alguna de nuestras pistas tiene automatizaciones de volumen.

Aunque en Cutoff no ofrecemos servicios de mastering esperamos que te haya resultado de ayuda este artículo. Recuerda que puedes contar con nuestro asesoramiento para todo lo relacionado con herramientas de creación y producción musical.